Día 6: Pasillo infinito

Tu compañero de cuarto ha pasado el día intentando comprender porqué esas diez diminutas luces del final del pasillo se mueven hacia delante cuando la llama de la vela es más pequeña y retrocede cuando la vela emite más luz.

Tiene muy en cuenta de que en la oscuridad las cosas pueden ser difíciles de percibir. Que a lo mejor pueden parecer diez diminutas luces al fondo del pasillo pero en realidad pueden ser diez diminutos agujeros de culos luminosos de un bebé enorme mutante cabezón suspendido en el aire gracias a que se apoya en las paredes con múltiples brazos peludos que le salen de la espalda ¿verdad?

Así que tendrá precaución, por lo que pueda pasar...

¡Igual la X roja pintada con tiza es la marca de un tesoro escondido en la pared! Doblones, rubíes, esmeraldas, collares de perlas, riquezas de otro tiempo ahí, esperando a que alguien agujeree la pared y se haga con ellas. 

Tu compañero de cuarto deja la vela en el suelo, se escupe en las patas y agarra la palanca de metal con fuerza. Desahoga toda su frustración con cada golpe que propina contra la dura pared, hasta que comienza a darse cuenta de que la X no marca el lugar, la pared ha resistido sus abatidas y tu compi desiste. Solo ha conseguido hacer mucho ruido y cansarse. Aunque se siente genial.

Vuelve a coger la vela del suelo.

Los ruidos han hecho que las diez diminutas luces del final del pasillo se apagasen por algún motivo.

Decide explorar el pasillo, ya que quizá la X de tiza roja estuviera tachando el símbolo del infinito de tiza azul, para indicar que el pasillo no es infinito. Los piratas no esconden tesoros en las paredes. ¿Pero entonces, quién garabateó eso ahí? 

Tu compi de cuarto no puede continuar. Cada vez que llega al final de la sección, vuelve al principio de la sección de pasillo. Quizá el pasillo sí es infinito después de todo, al menos para ti.

Tras varios intentos para atravesar el pasillo infinito, más de tres y más de cuatro o cinco, no lo sé, perdí la cuenta, tu compañero de cuarto vuelve a la habitación del cadáver en el suelo, algo decepcionado. ¿Igual se necesita alguna llave mágica para anular el sortilegio del pasillo? Por dar alguna idea. ¿Diez supositorios luminosos? Algo así deberá de ser.

Tu compi de cuarto vuelve a la habitación de los libros. Mira por la ventana de pasada. 

Sigue siendo un paisaje árido y rojizo. Hay un humo rosa que inunda todo el valle. El edificio de la colina parece estar cerrado. No puede ver hacia dónde va el camino por las montañas.

Se dirige ahora hasta el final de la librería y esto es lo que se encuentra:

Está la puerta que vio ayer de lejos, pero algo no está bien en ella. Frente a tu compi de cuarto hay un agujero que da a una calle, parece que hay una tienda abierta al cruzar la carretera. En el techo hay una escotilla.

¿Qué quieres que haga?